Este mensaje está dirigido a todos
los espíritus que sienten que su fuerza interior los insta a manifestarse
dentro y fuera de su entidad humana.
Cuando
en tu vida cotidiana le des cabida conciente al amor y éste sea la
energía generadora de todas tus manifestaciones, un haz de luz se despertará dentro
de tu ser, y una reacción en cadena encontrará respuesta en todos los seres
que sintonicen similar frecuencia.
“La piedra tosca extraída del fondo de la
mina se trasmuta en brillante cuando el artesano logra esculpirla con su
cincel”.
El
cincel humano es el amor con el que fluyes en la vida cotidiana.
Si pudieras escuchar al amor
que vive en ti, él te dirá:
Soy el amor que desde la
eternidad es UNO contigo y con todos los seres del universo. No he
tenido un nacimiento en el concepto humano utilizado en este mundo. Siempre he
vivido en y con nuestro ser creador. Nunca estuve separado de
Él. No necesito que alguien advierta mi
presencia o certifique mi existencia.
Los mundos, los seres, el
universo no son una condición determinante de mi existencia; tengo existencia
propia porque mi naturaleza divina es originaria con la Creación; fui concebido para fluir como la razón de ser
de todos los espíritus, con la misión de impregnar y fertilizar todas
las formas de vida sin esperar ser reconocido.
Porque mi trabajo es
silencioso y anónimo, muchos seres humanos de tu mundo no saben que existo, ni
como descubrirme o donde buscarme, porque aún no toman conciencia de que vivo dentro
y fuera de ellos mismos.”
Soy una vibración indefinible
para el sentimiento humano que siempre está esperando algún tipo de compensación.
El amar a todos los seres
del universo no está motivado por la expectativa de recibir reciprocidad,
porque fui concebido para brindarme y solo podré seguir con vida si me entrego
en forma incondicional.
En la unidad del universo
disfruto al ver que todos los seres que aceptaron mi riego fertilizante,
transformaron la semilla que vive en cada uno de ellos en capullos de
luz.
Por el contrario, cuando me
siento encarcelado en un cuerpo, en un corazón insensible, en el interior de
cualquier ser que se niega a recibirme y dejarme fluir en él, siento que no
comprenden que negando la razón de mi vida están negando sus propias
vidas. En este estado, los seres humanos adormecidos interrumpen la cadena del
amor universal que los alimenta y se labran su propio destino de inanición y
soledad.
Cuando me descubras en el
interior de tu ser, no solo cambiarás toda tu vida personal sino que comenzarás
a tomar conciencia de cómo puedes reconectarte espiritualmente con todos
los seres que te rodean.”
El acto más sublime que te incito
a que realices permanentemente es el de conocerte a ti mismo analizando
conscientemente tu vida cotidiana y el grado de evolución (paz) que sientes que
estás logrando con la expansión de tu conciencia.
Sócrates te recuerda que
la vida que no es analizada, no merece ser vivida, con lo que podrás saber,
que con el estudio causal de todo lo que vives puedes llegar a
transformar esa vivencia en experiencia y con ella transitar hacia la sabiduría.
Solo se puede llegar a amar lo que
se conoce. Si consigues conocer conscientemente las respuestas
con las que te guía tu conciencia, llegarás a amarla por
develarte las causas ancestrales por las que una determinada conducta se
manifiesta en tu personalidad de hoy.
Las respuestas a las
preguntas que te hagas sobre tu vida están en tu conciencia; dedícale voluntad
y perseverancia a estudiar en esa biblioteca que te acompaña desde
siempre y te irás superando gradualmente en tu vida cotidiana.
En tanto más avances en tu
conocimiento interior más te amarás, más amarás a tus semejantes y lograrás que
todo tu entorno se comunique contigo utilizando el “lenguaje universal del
sentimiento.”
A mayor conocimiento,
lograrás mayor frecuencia vibracional activa de tu amor; comenzarás a ver
al ser creador del universo en todas partes porque su existencia se
manifiesta en todos los seres. Todos esos seres son la materialización
del ser creador.
Las ondas magnéticas que
emites a tu alrededor, activarán la esencia divina de aquellos seres que, al
sentirse identificados y reconocidos por ti, unirán e
integrarán su propio magnetismo espiritual con el tuyo en forma unívoca
y simbiótica.
La vibración consciente de tu
amor activa la energía de los seres que te rodean, quienes se sentirán
magnéticamente hermanados contigo en una manifestación más de cómo se vive
en comunidad cuando se la practica con amor.
Así podrás ver plasmadas en
tus obras el apotegma que sostiene que querer es poder, siempre que
reúnas en ti el grado de magnetismo eficaz y eficiente que requiere tu
obrar eterno y continuado.
Ningún espíritu actúa solo y
de tu amor depende que aprendas a convocar a las fuerzas del universo
que, en forma mancomunada, se sientan atraídas por afinidad con tu obrar.
“Soy el amor incondicional, consustancial
y coeterno con la Creación, contigo y en ti.”
Los principios o conductas que pueden orientar tu despertar radican en:
Amar
antes de darle cabida a cada PENSAMIENTO;
Amar
antes de darles vida a tus SENTIMIENTOS;
Amar
antes de realizar cualquier ACCIÓN.
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