Tienes que tomar conciencia que no
eres tus pensamientos, tus sentimientos ni tus acciones. No te identifiques con
tus deseos o expectativas.
Tú eres el ser espiritual que se
manifiesta a través de tu ego, en todas
las expresiones que lo identifican. Analizando la forma en que te manifiestas
puedes entender quién eres, qué grado de evolución has logrado en tu
personalidad; puedes detectar que lo que hay fuera de ti es lo que mismo que
existe dentro de ti.
Conociéndote a ti mismo conocerás cómo
se manifiesta tu personalidad (tu ego)
que es una expresión de cómo estás evolucionando. El ego es tu manifestación, no es tu esencia, no dejes que te
sustituya como el ser espiritual que eres.
Ahora bien, ¿qué puedes llegar a
vivenciar cuando descubras quién eres en tu rol de espíritu?
El saber significa estar seguro de lo
que sabes; es considerar verdadera la identidad espiritual que eres. Esa
certeza es un estado de conciencia en el cual no necesitarás intelectualizar lo
que experimentas, no sientes la necesidad de explicarte nada, porque ese estado
de seguridad y paz te alejará de todo tipo de inquietud o expectativas.
Puedes vivenciar una profunda
integración con todo lo existente. Estás comprobando que eres UNO con el todo y
ese todo, a su vez, es UNO contigo.
La energía de tu ser establece una
relación simbiótica con la energía que te rodea; la energía que te rodea se
fusiona con la energía de tu ser.
Desde ese momento tu entidad humana
será el reflejo del microcosmos, como expresión del grado de progreso del mundo en el que vives. Ya no hay
aislamiento o soledad para ti. Descubrirás qué mensajes te envían las energías
que te rodean. Ahora las estás descubriendo e integrando. Antes mirabas sin
ver, oías sin escuchar, percibías sin entender.
Tu mundo te parecerá otro mundo,
aunque siempre estuvo donde está y era lo que es. En estricta realidad
espiritual, nada es nuevo, aunque siempre se vaya transformando.
Tu integración con el todo se hará consciente.
No caerás en presunciones, sólo certezas se despertarán en ti. Ese estado es un
destello de iluminación.
Iluminación de tu ser que trasciende
tu alma y tu cuerpo para abrazarse con la energía-vibración
que todo lo irradia y que siempre estuvo presente en cada una de tus vidas
materiales, a la espera de que tú la descubrieras.
La iluminación es el abrazo consciente
con tu energía madre; es reencontrarte con la luz que te dio origen y de la
cual nunca estuviste separado durante tu proceso de aprendizaje por las aulas
del universo.
Saber lo que eres, como ser
espiritual, es sustituir todas las explicaciones que te hagas sobre la vida en
este mundo, por la certeza de entender, palpar, vivenciar y despertar a la
esencia de la vida.
Resulta complejo lograr esclarecer el
entendimiento humano a una cabal interpretación de este estado de conciencia, porque para ello se requiere trascender
estructuras mentales apoyadas en lo que consideraste lógico y racional e inclusive,
es necesario superar los niveles usuales de percepción e intuición. En pocas
palabras, es expandir tu alma.
No obstante, buscando hacerlo más
comprensible, es como llegar a un nuevo puerto, que no figura en ninguna
cartografía, con una población no asimilable a ninguna de las que tenías como
conocidas.
Te comunicarás con el lenguaje o grado
de vibración de cada especie animal, vegetal y mineral; percibirás el universo
con un sentido integrador e intuirás que tu misión es la de constituirte en un navegante
investigador en el espacio.
Esta nueva forma de percibir e intuir el
universo tendrá un grado vibracional más elevado que el que utilizabas cuando
vivías más condicionado y limitado por tu personalidad.
Lo que habrás logrado es tender
puentes, vías de doble comunicación entre tu ser más iluminado y el contexto
que te rodea.
Pero ten presente que esa iluminación
es propia del esclarecimiento producido por tu ser espiritual practicando por medio de la personalidad que te formaste en eones
de años, por lo que esa luminosidad es una holografía de la iluminación que existe en el Universo.
Eres el microcosmos que siempre has sido y que ahora activas, potencias y
descubres para ser conciente de la unidad de la cuál siempre fuiste parte
infinitesimal.
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