¡Viva el reencuentro con la luz y la
verdad del espíritu!
Amigo, disfruta de la llamada desencarnación
porque ella también es una demostración de vida y con mayor o menor alegría, según
hayan sido tus obras, elévate sobre tu materia para reencontrarte con la frecuencia
espiritual en la que vibrarás de acuerdo al amor que hayas demostrado en la
existencia que has terminado.
Allí no encontrarás las mismas
dimensiones de este mundo que estás abandonando temporalmente.
Tu espíritu, envuelto en tu alma,
verá todo a la vez hasta donde tu progreso alcance.
No tendrás tus ojos materiales que limitaban
tu visión a lo que tenías frente a ellos.
En el espacio no encontrarás ni un delante
ni un atrás, no hallarás un arriba ni un abajo, penumbras ni oscuridad.
Todo es luz y el disfrute que tengas del
magnífico espectáculo que te brindará “tu nueva” visión de tu Universo,
dependerá del grado de luz individual que hayas alcanzado con tu progreso.
Ese Universo es tuyo porque a él perteneces
y a él lo recibiste en heredad común para disfrutarlo con tus semejantes en
fraternidad y armonía.
Lo
que te pido es que lo pongas en práctica ahora que estás en materia y desde ya
disfrutes de la desencarnación como un acto natural de tu propio proceso
evolutivo.
Para
lograrlo debes disfrutar de cada uno de tus días en tu materia, porque si no
has sabido gozar de tu vida cotidiana tampoco sabrás enfrentar con alegría tu
proceso natural de encarnar y desencarnar eternamente.
Las pautas culturales propias de la vida en
sociedad, es posible que no te hayan enseñado ni permitido que te hicieras
luz en este tópico.
Pero en compensación a esa carencia has
podido ponerte en contacto, en esta existencia, con otras personas que ya
lograron rememorar en materia la alegría que encierran en sí mismos todos los
actos de la vida.
Aprende de ellos y fundamentalmente, aprende de ti mismo, porque en ti
están “guardadas” todas esas maravillosas sensaciones que experimenta
el espíritu cuando hace un contacto más directo con el Universo infinito y
multidimensional.
¡Tú
lo has experimentado miles de veces!
Sólo debes recordarlo y disfrutarlo como
espíritu, en comunidad con tu alma y tu materia. ¡Buen viaje hacia el interior
de ti mismo!
Reflexión:
No hay comentarios:
Publicar un comentario